Viene la temporada lluviosa, y cada año recuerdo una necesidad...
UNA HISTORIA
Por varios años, grupo de patinadores, se han querido organizar para utilizar la pista de patinaje del Parque Omar. Bien techada, iluminada, con ventilación, espacio céntrico, parque público de alto tráfico - unas ±10,000 personas por mes - que añade para la visibilidad de un deporte que nos apasiona y amamos.
La pista de patinaje del Parque Omar es la vitrina del patinaje panameño, o así, lo sueño.
Sin embargo, al lograr un horario (no estelar, y casi al cierre del parque), gradualmente la visibilidad aumento el número de participantes, de jóvenes y hasta niños, que en su lugar, deberían estar preparándose para su próximo día de escuela. Pero ahí, estaban, por sus padres y el ambiente de compartir y enseñanza que se vivía GRATIS en un parque público - como una iniciativa social que sabríamos que despegaría eventualmente.
(Que ilusos nosostros, si solo hubiésemos sabido mejor...)
Un compartir sano, patinando
Este ambiente, era imposible vivirlo antes, porque no existía un programa o desarrollo de la infraestructura de patinaje en el Parque Omar, nadie tomaba responsabilidad, o te brindaba orden o seguridad física, con las velocidades o acrobacias que se realizan patianando, especialmente si el motivo financiero no llegaba a las expectativas de los organizadores. Pero este ambiente GRATUITO, de plena seguridad física que brindamos para que al patinar se eliminaran los peligros de como que: no te encontraras repentinamente a un niño aprendiendo bicicleta , o un padre manejando carrito a control remoto con su hijo, o pequeños pateando balones de futbol, o cualquier actividad familiar muy válida - pero que aumentaba riesgo a cualquier usuario, y que por solo una hora diaria - ese orden, era invaluable para el desarrollo de patinadores y el patinaje nacional.
Un monopolio
Ahora, otros grupos, que desarrollan a la fecha actividades populares, asumimos que, vieron en riesgo su forma de vivir utilizando aprovechando unilateralmente los recursos del Estado. De ahí, la colaboración o complacencia de un Despacho de la Primera Dama por el volumen y popularidad de actividades (en la que pagaba a dichos instructores), que a su vez, enquistaba y empoderaba a estas personas que preferían el monopolio del uso de una instalación pública para otro propósito personal que no es para el patinaje, en una pista de patinaje.
Una herramienta anti-monopolio: Ley 6 del 2002
Tras 2 años de descanso, muchas frustraciones, gritos dados y gritos recibidos, abandono de aliados, conocidos y cualquier otro patinador desilusionado, desesperanzado: Hemos optado, singularmente, tomar la vía legal para hacer valer nuestros derechos en un espacio público.
Han sido varios meses, de ver que hacer y tratar de entender que sucede en esta pista de patinaje pública, nada tiene sentido, hasta que le pones un valor monetario que tiene para alguien.
Durante este periodo, buscabamos la forma de que varias de nuestras cartas, varias, que nunca fueron contestadas, lo fueran. Así conocimos de la Ley 6 del 2002, acceso a la información pública. Que no solo exige información pública solicitada por parte del funcionario, si no que, también lo sanciona en caso de que no la brinde.
Las sanciones al funcionario, que son económicas, fueron lo que sabía que llamaría la atención de lo importante que es el tema para nosotros. Así que, con este poder ciudadano y la revisión de varios cuestionarios generados a través de los años, con respuestas no comprometedoras o nulas por parte de los funcionarios, es que vamos a REFORMULAR toda la serie de cartas, para evitar caer en el CÍRCULO VICIOSO creado por estos mismos malos funcionarios públicos para desgastar, desmotivar y desesperanzar a los Ciudadanos. Y que, lamentablemente le lleva luego a desconfiar del eficiente funcionamiento de El Estado.
Crear un ambiente de desconfianza es súmamente peligroso. Y no debemos tolerarlo.
Poder Ciudadano
Así que, por nuestra paz mental y salud física es, por la vía Legal, que exige respuestas de los funcionarios y las expone, que vamos a poner en blanco y negro, vivencias que eran difícil comprobar ( y entender ).
Pronto verán, bajo el poder ciudadano del derecho a la información pública, como acorralaremos a estos funcionarios y malos administradores de la cosa pública, para que sean responsables y de ser posible, sancionados o administrativamente, o con su salario, o con su destitución, mientras a su vez, garantizamos el regreso permanente de una actividad para un espacio construido para dicha actividad:
El regreso del patinaje en una pista pública de patinaje.
Eso es todo: en el inicio, y así será todo al final.
A todos quienes desconfian del sistema. Sigan nuestro avance y esperamos que se sumen en el camino a reconstruir la confianza en el Estado nuevamente.
~ R.Ch. ~
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